Diario de campo # 2. Circulo
de lectura proyecto: "Perdón a través de los libros"
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Diario
de campo #: 2
Fecha:
Septiembre 05 de 2018
Hora
de inicio: 1:00 pm
Hora
de finalización: 3:30 pm
Participante:
Hugo Armando Perez.
Elkin Aristizabal.
Luis Enrique Villamizar.
Jose Pardo.
Felipe Miranda.
Texto
de la lectura: Klein, el pequeño soldado y
la continuación de Cómo perdonar: perdonar para sanar, sanar para perdonar.
Autor
y bibliografía: Eva
María Rodríguez, nació el 27 de febrero de
19581 en la ciudad de Buenos Aires (capital de Argentina), y creció en la ciudad de Caracas(capital de Venezuela).1 En 1979 obtuvo una licenciatura en Biología en
la Universidad
Simón Bolívar,1 en 1982 una maestría en Biología en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y
un Ph.D en Biología e Inmunología del Instituto Venezolano
de Investigaciones Científicas.2
En 1987 se mudó a Estados Unidos, donde
realizó estudios posdoctorales en la Centro Médico Sudoeste, dependiente de
la Universidad de Texas en
la ciudad de Dallas, y en la Centro Médico de la Universidad
de Texas, en Galveston (estado de Texas).1
Síntesis
del texto a leer: En este caso consideré
importante leerles el siguiente cuento:
Había una vez un pequeño soldado llamado
Klein que servía en el ejército de Su Majestad el rey Cuojo, rey de Cuojia, un
reino muy lejano y apartado. El trabajo de Klein consistía en limpiar las botas
de los oficiales, porque era tan pequeño que no podía combatir. Todas las armas
eran más grandes que él, y ni siquiera era lo suficientemente alto como para
ayudar en la cocina o en las cuadras.
Klein pasaba desapercibido entre los demás soldados cuando se colocaban en formación, y más de una vez se lo llevaron por delante durante las maniobras de entrenamiento.
Un día, durante una exploración rutinaria por los alrededores del castillo, varios batallones fueron secuestrados por unos bandidos que pretendían asaltar la fortaleza del rey Cuojo para hacerse con el poder.
Al enterarse de la noticia, los soldados que quedaban en el castillo cerraron todos los accesos y se pusieron a la defensiva para evitar el ataque.
-¡Tenemos que salir de aquí! -decía el comandante al resto de oficiales-. Tranquilos, pensaré en un plan para escapar y contener el ataque enemigo.
-Comandante, tal vez yo pueda ayudar -dijo Klein, saliendo de detrás de unos soldados.
-¡Soldado Klein! ¡Qué sorpresa! ¿Cómo lo has hecho? ¿Cómo has escapado? -preguntó el comandante.
-No me he escapado, señor -respondió el pequeño soldado -. Esos villanos ni siquiera me han visto. Creo que puedo soltar a todos los soldados retenidos, pero necesito que vosotros sigáis como si nada hasta que acabe. Entonces podremos atacar todos a la vez.
- De acuerdo soldado Klein, adelante.
Klein se deslizó por detrás de los postes y las rejas donde sus compañeros estaban atados y los fue soltando uno a uno. Cuando estuvieron todos listos, esperaron a que se hiciera de noche para atacar.
Cuando llegó el momento, el comandante dio la orden y en cuestión de pocos minutos el ejército enemigo estaba reducido y el ataque al castillo fue frustrado.
Klein fue premiado por su valor y, desde ese momento, pasó a convertirse en soldado de operaciones especiales y espía.
-Con tu tamaño nadie sospechará de ti, soldado Klein.
-Probablemente ni siquiera me vean, señor.
Y así fue como el pequeño soldado Klein salvó a su reino y se convirtió en un gran héroe.
Klein pasaba desapercibido entre los demás soldados cuando se colocaban en formación, y más de una vez se lo llevaron por delante durante las maniobras de entrenamiento.
Un día, durante una exploración rutinaria por los alrededores del castillo, varios batallones fueron secuestrados por unos bandidos que pretendían asaltar la fortaleza del rey Cuojo para hacerse con el poder.
Al enterarse de la noticia, los soldados que quedaban en el castillo cerraron todos los accesos y se pusieron a la defensiva para evitar el ataque.
-¡Tenemos que salir de aquí! -decía el comandante al resto de oficiales-. Tranquilos, pensaré en un plan para escapar y contener el ataque enemigo.
-Comandante, tal vez yo pueda ayudar -dijo Klein, saliendo de detrás de unos soldados.
-¡Soldado Klein! ¡Qué sorpresa! ¿Cómo lo has hecho? ¿Cómo has escapado? -preguntó el comandante.
-No me he escapado, señor -respondió el pequeño soldado -. Esos villanos ni siquiera me han visto. Creo que puedo soltar a todos los soldados retenidos, pero necesito que vosotros sigáis como si nada hasta que acabe. Entonces podremos atacar todos a la vez.
- De acuerdo soldado Klein, adelante.
Klein se deslizó por detrás de los postes y las rejas donde sus compañeros estaban atados y los fue soltando uno a uno. Cuando estuvieron todos listos, esperaron a que se hiciera de noche para atacar.
Cuando llegó el momento, el comandante dio la orden y en cuestión de pocos minutos el ejército enemigo estaba reducido y el ataque al castillo fue frustrado.
Klein fue premiado por su valor y, desde ese momento, pasó a convertirse en soldado de operaciones especiales y espía.
-Con tu tamaño nadie sospechará de ti, soldado Klein.
-Probablemente ni siquiera me vean, señor.
Y así fue como el pequeño soldado Klein salvó a su reino y se convirtió en un gran héroe.
Descripción y narración del
ambiente y las estrategias que se hicieron de lectura:
Antes: Hablamos sobre las
tareas que cada uno desempeñaba en el ejercito, antes de ser retirados. Luego les pedí que se dibujaran a ellos
mismos como se sentían ahora.
Hicimos un juego didáctico
de tingo, tingo, tango y el que quedara nos mostraba su dibujo.
Nos ubicamos alrededor de
una mesa para que todos pudieran oír.
En el juego didáctico perdió
Hugo, quien mostro su dibujo, el cual fue muy curioso, ya que el había dibujado
un soldado sentado. Al preguntarle porque dibujo esto, el respondió, que lo
había dibujado porque sentía que ya era inútil para la sociedad.
Durante: Comencé a leer el
cuento del soldado Klein, este ya lo había preparado anteriormente, así que, no
quise leerlo, preferí narrarlo. Jugué con mi voz, con mis expresiones y con mi
cuerpo. Quise que ellos me ayudaran con la construcción del cuento, así que,
habían pedazos en los que para seguir les mostraba imágenes del texto y les
preguntaba que creían que iba a suceder, así conseguí que se estableciera una
conversación al narrar el libro.
Al terminar este cuento,
seguimos con el texto, en esta ocasión abordamos el tema de perdonarse así
mismo, acá nos rotábamos el libro y cada uno leía un párrafo.
Después de la lectura del texto: Después de
terminar el cuento, los integrantes del grupo expresaron que estaban muy
contentos, entendieron que podían ayudar a su país de otras maneras, sacamos
una cartelera y ellos escribieron las virtudes que ellos tenían, también
escribieron lo que mejor se desempeñaban. Esto lo hice para que el cuento
quedara interiorizado en cada uno de ellos además para que lo relacionaran con
sus vidas.
En cuanto al otro texto, tuvimos
unos minutos de silencio en donde ellos reflexionaron. Todos llegaron a la
conclusión que para perdonar a sus agresoras, primero era necesario perdonarse
a ellos mismos.
Interpretación desde los autores del módulo, teniendo
en cuenta las estrategias de lectura e incluir la selección de textos de
literatura:
Aidan Chambers Caracas en su
texto Narración de Cuentos y Lectura en voz alta, explica las diferencias entre
leer y narrar, yo decidí narrar porque con esto conseguí
que el texto cobrara vida,
permitiendo al tiempo que estas historias adquirieran sentido en sus vida y
abran las visiones de los integrantes. Narrando los pude transportar a un mundo
interior, convirtiéndolos en protagonistas de la historia, invitándolos a
recorrer cada una de las palabra haciendo uso de su imaginación, el autor Aidan
Chambers comenta que esto ayuda a desarrollar la comprensión lectora
permitiendo entender comprensivamente todo lo que sucede en la realidad. La
lectura nos da conocimiento e incide en el aprendizaje y nos introduce de forma
directa a otras culturas.
Aidan habla sobre las
característica de narrar alguna de ellas son:
El narrador le cuenta algo
al oyente, existe un sentido personal del que cuenta al dar algo de si a quien
le escuche, es un relato emocional y dramático, genera placer al entender, es
hermético, dirigido a un grupo exclusivo, confirma la cultura, ejecución más
rápida, se encuentra sentido en la palabra hablada, puede editarse más
fácilmente. Todas estas características las cumplí al narrar el cuento, además otra característica es que debe
existir un narrador que trasmita el mensaje, en este caso fui yo la narradora,
debe haber una interacción de dos o más personas, en este caso fueron 6
personas.
En cuanto al cuento lo elegí
porque me ayudaba a cumplir todas las anteriores características, además otra
característica es que debe ser un cuento corto y este era corto y además debía
transformarse en la medida que va siendo narrado, este cuento hizo muy fácil
posible esto, ya que Klein era un soldado que no podía hacer lo mismo que los demás
pero termino salvando el reino con sus peculiares características.
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