CARTA A MI PROFE ROSITA

Bogotá, 22 de septiembre del 2018

Querida Profesora Rosita

Mi profe Rosita, han pasado años sin verte, espero que te encuentres bien, llena de ese encanto cautivador y emprendedor que te hacia sobresalir ante tus colegas, tu amor por la lectura y la literatura era los más preciado de tu gran labor como docente de primaria.

Hoy te recuerdo con gran aprecio, al leer un artículo sobre el maestro de la literatura, algunos fragmentos de aquella lectura me hicieron recordarte, era como si estuvieran describiéndote, inicialmente por ese espíritu modelador que te caracterizaba, siempre buscabas integrar en nuestras vidas el gusto por la lectura, brindándonos instantes hermosos escuchándote leer y expresar todo ese sentimiento que transmites de cada uno de los textos que nos leías en las clases de español.

Al final de tus clases siempre dejabas una huella en mi vida, “el amor por la lectura y la escritura”.Siempre serás la mejor promotora de lectura junto con mi padre, ustedes son los seres que sembraron esa semilla del amor por la lectura.

Extraño esas mañanas que leíamos junto con mis compañeros en el hermoso jardín del colegio. Gracias a ti amo mi labor como docente, procuro que mis estudiantes amen la lectura como yo lo hago.  En cada uno de los instantes de mis clases comparto con mis niños cada uno de esos detalles y enseñanzas que me dejaste en el tiempo que estuvimos juntas.

Por último formaste esa parte critica en mí, recuerdo que siempre nos decías " lean y comprendan ese grupo de palabras que están en sus libros. No lo hagan porque es la clase de español sino de lo contrario para enriquecer su vida y ser unas personas críticas".

Profe Rosita te agradezco por el tiempo que me dedicaste, por los libros que me prestaste y me recomendaste. Lo único que me resta decirte que procuro día a día sembrar la semilla de lectura en mis niños que me acompañan al pasar los años.

Me despido Bendiciones.

Atentamente.

Pilar Millán

Tu estudiante de primaria.